La tradición dice que en cualquier casa donde se cuide un animal, nunca faltara un pedazo de pan si se invoca la ayuda del santo.Cuando tengamos un animal enfermo, pediremos su curación haciendo lo siguiente: pondremos siete recipientes de agua junto a siete velas blancas y en cada recipiente echaremos un poco de sal, una hoja de laurel y unas gotas de aceite bendecido. Encenderemos las velas y rezaremos la siguiente oración:
Glorioso San Antón, que por tu bondad hacia nuestros hermanos los animales eres honrado como su Santo Patrón, vuelve tus ojos y tu bendición hacia este pequeño ser que sufre el aote de la enfermedad. Tú que sabes de las soledades del desierto sabes de la angustia de mi corazón ante la impotencia de la curación de mi fiel y querido compañero. Libérale del dolor del que no es merecedor y sánale para alegría goce de su compañóa en nuestro hogar. Así sea.
Rezaremos dos padrenuestros y un credo. Mojando la cabeza del animal con al agua del primer recipiente. ( el segundo dia con el agua del segudo, y asi hasta terminar...)
El primer dia de la semana, al terminar la oración se echa el contenido del primer recipiente en uno más grande, al tiempo que decimos: por el lunes, que mi animal sea curado. Asi sucesivamente los siete días.
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