Para que nunca nos falte el dinero, en el fondo del cajón donde lo guardamos pondremos sal comun y un papel blanco con el nombre de San Expédito o una estampa suya y siempre mantendremos alguna moneda en el sitio, nunca dejaremos que quede vacío.
Para pedir ayuda a este santo rezaremos esta oración:
Acudo a ti San Expédito, para que remedies las necesidades económicas en mi trabajo y en mi hogar. Que tu fuerza y apoyo protejan mis ingresos y consiga el dinero suficiente para no pasar penas ni necesidades. Que así reine la tranquilidad y la alegría en mi casa. Por ti, bendito santo a quien pido y rezo que me alcances el deseo. Por la gloria de tu mediación, Amén.
Como ofrenda al santo, darás limosna a un niño, a un anciano y a una mujer en cinta y todos los días por las mañanas le rezarás esto:
Confío en tí, san Expédito, que cubras con tu mano bienhechora aquello que de tí necesito.
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