Para bendecir una casa nueva, antes de poner ningún mueble recorreremos todos los lugares de la casa vacía con un pan debajo del brazo, un trozo de carbón, sal gorda y un trozo de perejil fresco. En la otra mano llevaremos una medalla o una estampa del santo.
Rezaremos la siguiente oración:
En el nombre de Dios y de Jesús, con la fuerza del Espíritu Santo y la presencia del bendito San Jorge, a quien prometo adorar eternamente, pidio la bendición de esta casa. Alejad el espíritu del mal, y que en cada rincón de este hogar se viva con fé y esperanza de la gloria eterna. Que no falte el pan para alimentarnos, el carbón para calentarnos, la sal para purificarnos y la magia de las hierbas para ayudarnos. En el nombre de San Jorge que venció al dragón, sean vencidos los males y triunfe el bien.
Meteremos todo en una bolsa de tela roja junto con arroz, café, azúcar, una hoja de laurel, tres monedas de cobre y una espiga de trigo. Cerraremos la bolsa y la guardaremos en un armario donde vayamos a almacenar alimentos.
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